sábado, 19 de enero de 2008

La dama de azúl

Estuve pensando en la continuidad del poema, eso de que un verso llama a otro, creo que te va encantar tanto como a mí la dama que esta a la izquierda en primer plano, dueña de una lujosa cola blanca parecida a la de un caballo, aunque temerosa de exagerar me he atrevido a pensar que sus finas y blancas piernas tienen un no se qué de equino. En las noches de invierno ella galopa con sus piececitos vestidos de azul y danza, danza de temor, de alegría, danza para acallar su pequeño corazón, su corazón de madera, su corazón de buena suerte.

alejandra

Ophelia

Ophelia
solo queria ver mi jardin